La medida de seguridad se derivó del levantamiento de un acta al Kentucky Fried Chicken, por parte de un verificador de Control Sanitario el pasado miércoles.
La ciudadana Guadalupe Sandoval Soto, de la colonia Santa Anita, consumía un platillo denominado K-Tiras a base de pollo empanizado, acompañada de Alma Gallegos Salazar de la colonia Villa Bonita. Pero al momento de llevarse un trozo a la boca bajó del mismo una cucaracha viva que siguió su curso hacia la mano, lo cual constató un inspector de Control Sanitario.
Enseguida se pidió el desalojo de los comensales por el cierre inmediato del local ubicado en calle Guerrero, frente a la Plaza Tutuli.
Mientras, Sandoval y Gallegos solicitaron a la cajera el regreso de su dinero por el paquete que tuvo un costo de $132.00 pesos, pero sólo les regresaron 50 pesos.
La joven Guadalupe Sandoval asegura que por esta situación fue a dar al médico, ya que le dio diarrea y vómito, cuya consulta tuvo un costo de $25.00 en Similares y la medicina $211.00, lo cual dijo luego de presentar la receta y el ticket de la compra de medicamentos, es justo que también le repongan.
Ello aunado a que el médico le dijo que suspendiera la alimentación de leche materna a su bebé, mientras está en tratamiento.
Ambas mujeres hicieron un llamado a Control Sanitario para que sean más constantes y estrictos en las revisiones para resguardar la salud de la población, sobre todo porque a estos lugares asisten familias completas que llevan a sus niños a consumir estos productos.
Coincidieron en que ellas no consumen en la calle para evitar enfermedades causadas por la falta de higiene, y ahora resulta que los negocios bien establecidos, a pesar de lo caro de sus productos, no guardan las medidas de limpieza necesarias.
Fuente: El Diario del Yaqui
Naahhh por una pinshe cucarachita llora la 'ñora? naaa
Sale ahí se ven :D
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